Bullying SUCKS

Llegar a una ciudad cuando toda mi infancia viví en un pueblo, fue una de las luchas mas difíciles para mi; solamente tenia 12 años cuando mi familia y yo nos mudamos a Hermosillo, Son. y mi mente no fue capaz de digerir de una manera positiva, ese cambio.

Mi infierno con el bullying inicio en secundaria en mi primer día de clases... mis papás al querer lo mejor para mi y para mi hermano nos metieron en un colegio privado el cual tenia buen prestigio en aquel entonces, sin embargo, fue un error. Al ser un colegio de alto prestigio y de paga excesiva, pareciera ser que l@s niñ@s venían de familias que se creían merecedoras de todo, pues eran niñ@s que en su mayoría se comportaban como unos malcriados y mimados adolescentes... y lo siento sí tu lector, fuiste uno de ellos; pero la cosa al parecer así era.

Con tan solo 12 años de edad, con primeros brotes de acné, uso de lentes y brackets, fuí un blanco perfecto de burlas y criticas; mi cuerpo fue bastante lento en desarrollarse, era muy delgada y sin formas características de una mujer... y es que a esa edad ¿quién tiene un cuerpo completamente desarrollado? muchas de mis compañeras al parecer si lo tenían. Recuerdo que tanto niños como niñas se dedicaron a criticarme y burlarse de mi en todo el año completo que estuve en ese colegio, era como si no existieran otr@s niñ@s con las mismas características que yo, pues me percate que solo era a mi a la que trataban así, no sé, quizá era por que me percibían bastante débil como para poder defenderme...

Recuerdo que la mayoría del tiempo la pasaba sola, en los trabajos en equipo siempre quedaba al final, pues nadie me elegía y era el profesor quien tenia que ponerme en cualquier equipo al cual le hiciera falta un integrante. En el receso sin tener la compañía de alguien pasaba la mayor parte del tiempo encerrada en el baño deseando que llegara la hora de irme a mi casa, horas las cuales me parecían una eternidad; recuerdo en una de esas veces, mientras estaba encerrada en uno de los baños, entraron unas niñas de mi salón las cuales empezaron a hablar de mi y de mi cuerpo, criticando el poco desarrollo de este ... era como si necesitaran criticarme de manera constante para poder elevar un poco la pobre autoestima que tenían, mientras que por el contrario fueron destruyendo la mía.

Una vez que el año termino, mi hermano y yo fuimos a otro colegio; este de igual manera era privado pero con costos mas accesibles. Un colegio mucho más pequeño con estudiantes los cuales daban la impresión de ser un poco más sencillos y amigables; esta vez no tuve tanto miedo de ir a clases, pues algunas niñas fueron muy amables conmigo, me incluían y me invitaban a pasar el receso con ellas; no saben lo importante que fue este hecho para mi. Llegue a formar amistades muy especiales sobre todo una; ella se volvió mi mejor amiga, la cual en la actualidad sigue formando parte de mi vida.

Aun cuando todo parecía ir bien en aquel entonces, eso no duro mucho; el acoso escolar regreso... ahora solo recuerdo la secundaria como un completo infierno, sin embargo, el hecho de tener a mi mejor amiga conmigo, hizo todo esto más fácil de sobrellevar; aun así, todo esto me marco y dejo sus secuelas en mi vida. Cuando entre a la preparatoria todo empezó a descontrolarse... la depresión y la hipomanía se hicieron presentes en mi vida y yo sin ningún diagnóstico y tratamiento, inicie mi largo camino hacia la completa oscuridad. Las criticas, burlas y rechazo que sufrí en secundaria empezaron a manifestarse de manera repetida como un fantasma en mi mente y la obsesión por mi imagen corporal empezó a gobernarme; fue en esta etapa donde empece a ejercitarme de manera obsesiva, a realizar dietas estrictas y a someterme a cirugía estética, todo esto con el fin de acallar esas voces y fantasmas en mi mente que me reiteraban una y otra vez que yo era fea, sin cuerpo y poco suficiente.

Para cuando entre a la universidad me volví una persona bastante temperamental, distante y sin ningún interés por socializar; sí las personas me criticaban, se burlaban o me rechazaban era algo que ya no me importaba, pues yo estaba sumida en mi mundo, con un libro en mano era suficiente, ya no necesitaba de la compañía de nadie y lo mejor de todo es que ya era capaz de defenderme cuando era necesario, a veces de una manera agresiva pero ¿qué importa? era capaz de hacerlo. Era como si el hecho de sufrir bullying en toda mi adolescencia me hubiera convertido en una persona bastante fría y distante en lo que a relacionarse respecta; Incluso ahora en mi etapa adulta tiendo a ser bastante fría y distante con las personas, también demasiado selectiva a la hora de decidir mi circulo social.

Quizá suene bastante raro lo que ahora voy a decir, pero, hubiera deseado que mis estados hipomaníacos hubieran iniciado en secundaria y no después... estoy segura que hubiera sido capaz de defenderme, lo mas seguro es que hubiera tenido el valor de agredir ya sea de manera verbal o fisicamente a mis agresores y para ser honesta eso sería algo de lo que hubiera estado orgullosa hoy en día; la realidad es que no me hubiera importado dañar a otras personas con tal de haber protegido a mis sentimientos, con tal de haberme protegido a mi, sin importar nada mas.

Con lagrimas en mis ojos termino esta entrada de mi blog; el bullying que sufrí es algo que me marcara de por vida, y aun cuando hoy puedo decir que me siento plena conmigo misma y amo cada parte de mi, las palabras y agresiones que recibí de pequeña son algo que siempre al recordarlas me van a producir enojo, dolor y van quebrarme de alguna forma cuando intente hablar de todo ello, pues hablarlo, solo me recuerda a lo pequeña e indefensa que era.

¡DEJEMOS DE NORMALIZAR EL BULLYING!

El bullying lastima y puede tener consecuencias muy devastadoras como el suicidio,

¡Es hora de actuar!

¨ Las palabras, el silencio, la traición, el desprecio y la indiferencia también duelen. No es necesario que exista violencia para hablar de bullying ¨

-Anónimo